Entre los meses de julio y octubre de cada año, el Pacífico panameño recibe a unas visitantes siempre bienvenidas: las ballenas jorobadas. Los cetáceos recorren el Golfo de Chiriquí, pasan por el sur de la provincia de Veraguas y la Península de Azuero hasta el Archipiélago de las Perlas. Estos mamíferos visitan Panamá procedentes de los Hemisferios Norte y del Sur con la tarea de tener a sus crías y reproducirse, permaneciendo desde el proceso de lactancia hasta los dos meses de nacimiento. La Autoridad de Turismo de Panamá (ATP) explica que no se sabe la cantidad exacta de estas ballenas migrantes, pero lo cierto es el entusiasmo de quienes se preparan para recibirlas. La Fundación MarViva, ONG sin fines de lucro que ayuda con su esfuerzo a cuidar áreas marinas protegidas, reporta por lo menos la existencia de 23 especies de ballenas que transitan por las cercanías del Parque Nacional Coiba. En Panamá se organizan giras de avistamiento para contemplar el espectáculo de estos gigantes marinos. La ATP señala que “la cercanía y accesibilidad, tanto vía terrestre como aérea, a destinos ideales para el avistamiento de ballenas, combinado con otras actividades de mar, son algunas de las ventajas que […]