Cada año la Autoridad de Turismo de Panamá hace entrega del carnet de “Guía Turístico Certificado” a decenas de panameños y panameñas que, apasionados por la historia, la cultura o la aventura, se adentran al mundo del turismo para ejercerlo de manera profesional.

Este es el caso de Lizbeth Guevara, una panameña que marca un hito en la historia del turismo nacional como la primera persona con discapacidad visual en recibir este carnet que la certifica como guía turístico, el cual recibió de manos del señor Iván Eskildsen, Administrador General de la ATP.

Guevara cursó estudios en la Licenciatura de Turismo Histórico Cultural en la Universidad de Panamá, también como la primera persona con discapacidad visual en ingresar a esta carrera, destacando además por su capacidad de liderazgo y voluntariado como miembro de la Organización de Turismo Inclusivo, del Observatorio Iberoamericano de Turismo Inclusivo.

Confiesa que no ha sido un camino sencillo ya que la cultura de inclusión para estudiantes con discapacidades se vuelca hacia carreras más convencionales como derecho, comunicación social, entre otras, pero no hacia el turismo ya que demanda una movilidad constante para la atención al turista. Ella quiere demostrar que ninguna discapacidad es impedimento para alcanzar sus metas.

El Plan Maestro de Turismo Sostenible 20-25, establece como una prioridad el desarrollo y aplicación de mecanismos que permitan una mayor accesibilidad para todas las personas, con especial atención en las personas con discapacidad, posicionándonos como destino accesible, desde nuestros diferentes destinos prioritarios y las empresas dedicadas al turismo en el país.

La Autoridad de Turismo de Panamá se encuentra en constante comunicación y trabajo con las instituciones involucradas en la integración de métodos que permitan

una mayor accesibilidad en puntos turísticos como museos, senderos, centros de convenciones, entre otros, permitiendo que exista una mayor sensibilización sobre esta realidad de los usuarios del turismo. Lizbeth de 42 años y madre de tres hijas es un gran ejemplo de superación y coraje ante las diferentes dificultades sociales que una discapacidad pueda representar, haciendo notar que toda persona puede contribuir en el desarrollo del país, y en el caso del turismo, abriendo espacios para una industria más incluyente, desde las políticas públicas hasta los mecanismos de participación e inclusión, permitiéndonos mostrarnos innovadores hacia el mercado internacional.