Si es amante de las aves, llegó al lugar indicado: entre los meses de septiembre y octubre millones de aves migratorias cubren los cielos panameños. Nos visitan para celebrar la calidez de nuestras tierras y escapar del duro invierno. Solo volverán al norte entre los meses de marzo y abril, mientras tanto se alimentan, descansan y se dejan mirar. La Sociedad Audubon Panamá tiene registros de 39 humedales continentales y costeros que reciben a las aves migratorias.

El avistamiento es una práctica consolidada en el país. De hecho, en el Global Big Day celebrado el 5 de mayo de 2017 por el Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell de Estados Unidos, Panamá logró el puesto número uno de Centroamérica (con 750 especies) y se situó entre los 10 mejores países del mundo con más especies de aves observadas en un día. De las 11 especies endémicas reconocidas por la asociación BirdLife International, de la cual la Sociedad Audubon Panamá es miembro, se lograron observar 8. Otro detalle de interés: el vicepresidente de Audubon Panamá, Jan Axel Cubilla, logró observar en la provincia de Darién dos especies de aves, no reportadas por ningún otro país del mundo: el ave pelágica Petrel de Parkinson y el Dacnis Emeraldino. Rosabel Miró, directora ejecutiva de la Sociedad Audubon de Panamá, sabe que la evidencia científica posiciona al país como destino competitivo para la observación de aves y atrae a turistas de todas partes del mundo, enamorados del fascinante ejercicio de descubrir las características de cada especie y asombrarse cuando se encuentran con un ave nunca vista.

Desde principios del siglo XX es notoria la presencia de observadores de aves en Panamá e incluso el país es pionero en entrenar guías de aves en el Caribe. Su diversidad y la existencia de conocedores, anima a los visitantes con interés en esta área, a escoger las distintas provincias de tierra canalera para esta práctica.

El Parque Natural Metropolitano, ubicado en el Corregimiento de Ancón, facilita el avistamiento de aves para quienes tienen una agenda de pocos días y no pueden desplazarse al interior del país. Su abundante flora y fauna fascinan al extranjero y al nacional, quienes disponen de 5 kilómetros de senderos y un camino para entrar en contacto con la naturaleza.

Cerro Ancón. Se le considera el mejor punto para la observación de aves rapaces en la ciudad. Entre las ocho y once de la mañana es el mejor horario.

Panamá Viejo. Este sitio histórico, que conserva vestigios de la ciudad antigua, permite divisar aves playeras. Es sitio Ramsar de importancia internacional y en 2015 se convirtió en un refugio de vida silvestre del sistema nacional de áreas protegidas de Panamá.

Otros lugares fascinantes para entrar en contacto con la naturaleza y divisar aves son los siguientes: Parque Nacional Volcán Barú, Parque Internacional la Amistad (PILA) y Boca Chica, en la provincia de Chiriquí; Panamá Rainforest Discovery Center en el Parque Nacional Soberanía; Isla Pájaros, en la provincia de Bocas del Toro y el Parque Nacional Darién.

El Refugio de Vida Silvestre Isla Iguana (provincia de Los Santos), además de favorecer la práctica de deportes marinos, es un lugar reconocido para el avistamiento de aves.

A Santa Fe (provincia de Veraguas) se le considera un paraíso ecológico. Practique el senderismo y viva la emoción de ver distintas especies de aves.